Definición de la Arquitectura

La arquitectura es el arte y la técnica de proyectar Procede del latín architectura que, a su vez, tiene origen en el griego.Puede decirse que la arquitectura se encarga de modificar y alterar el ambiente físico para satisfacer las necesidades del ser humano. Los arquitectos no sólo se encargan de desarrollar construcciones en función de su forma y utilidad, sino que también siguen preceptos estéticos. Por eso, la arquitectura suele ser considerada como una de las bellas artes.  


En la actualidad, la arquitectura está principalmente asociada al diseño de espacios que sirven como vivienda. La construcción de casas y edificios forma parte de la actividad más frecuente del arquitecto, quien debe tener en cuenta una gran cantidad de preceptos a la hora de desarrollar sus proyectos. Las obras deben levantarse de modo seguro y respetando las condiciones medioambientales.Por otro lado, los arquitectos también dirigen diversos proyectos que trascienden el ámbito de la vivienda, tales como la construcción de una fábrica, de un centro comercial, de un colegio o de una iglesia.

De acuerdo al período histórico, es posible hablar de distintos tipos de arquitectura. La arquitectura gótica, por ejemplo, tuvo su auge entre el siglo XII y el siglo XV, caracterizándose por la ligereza estructural y la iluminación del interior de los edificios. La arquitectura renacentista (entre los siglos XV y XVI) y la barroca (del siglo XVII al XVIII) son otros dos ejemplos de estilos que ha trascendido.


        El arte de la Arquitectura

Ya Vitruvio, en De Architectura (siglo I a.C.), señalaba como características de la arquitectura la firmeza, o seguridad a nivel técnico y constructivo, la utilidad o función a que se destina, y la belleza que posee. Por su parte, Leon Battista Alberti, en De re a edificatoria (1450-1485), afirmaba que la arquitectura consistía en la realización de una obra de manera que el movimiento de los pesos o cargas y el conjunto de materiales elegidos, fuese útil al servicio del hombre. En el siglo XIX, Eugène Viollet-le-Duc consideraba que la arquitectura o arte de edificar constaba de dos partes igualmente importantes: la teoría y la práctica. Mientras la teoría abarcaba el arte, las reglas heredadas de la tradición y la ciencia que podía ser demostrada por fórmulas invariables, la práctica era la perfecta adecuación de la teoría a los materiales, al clima, a las necesidades que se pretendía cubrir en cada caso. John Ruskin, el autor de Las siete lámparas de la arquitectura (1849), especialmente preocupado por cuestiones socioculturales y económicas, definía la arquitectura como el arte de decorar y componer edificios cuya contemplación debía contribuir a la salud, a la fuerza y al placer del espíritu humano. De una manera más práctica y moderna, Sigfried Giedion definió la creación arquitectónica como la correcta aplicación de los materiales y de los principios económicos a la creación de espacios para el hombre.







La más elemental de las definiciones de arquitectura nos dice que es el arte de proyectar y construir edificios. Si nos preguntamos por el sentido de estas palabras descubriremos que son esenciales. En primer lugar, la arquitectura es algo que sobrepasa el simple cumplimiento de la necesidad de cobijarse para perderse en el siempre enigmático territorio del arte. En segundo lugar, este arte consiste no solamente en construir, en ejecutar las obras, sino en concebirlas y proyectarlas, en imaginarlas. El tercer término de la definición se refiere al objeto de la arquitectura, el edificio y en un término más amplio el entorno humano: ciudades, caminos, jardines, horizontes y siluetas; y el entorno más íntimo y próximo al hombre: objetos cotidianos, muebles, objetos decorativos y útiles de la casa.




          La práctica profesional de la arquitectura



Tradicionalmente, la arquitectura ha sido considerada una de las siete Bellas Artes. Determinados edificios u otras construcciones son obras de arte ya que pueden ser considerados primariamente en función de su forma o estructura sensible o de su estética. Desde este punto de vista, aunque los medios de la arquitectura puedan consistir en muros, columnas, forjados, techos y demás elementos constructivos, su fin es crear espacios con sentido donde los seres humanos puedan desarrollar todo tipo de actividades. Es en este "tener sentido" en que puede distinguirse la arquitectura (como arte) de la mera construcción. Así es como esta es capaz de condicionar el comportamiento del hombre en el espacio, tanto física como emocionalmente. Aunque en la actualidad suele considerarse que la principal actividad de la arquitectura va dirigida al diseño de espacios para el refugio y la habitación (las viviendas), sólo a partir del siglo XIX comenzaron los arquitectos a preocuparse por el problema del alojamiento, la habitabilidad y la higiene de las viviendas, y a ampliar su ámbito de actuación más allá de los monumentos y edificios representativos.

Informacion

           Los principales tipos de arquitectura

Si hablamos de la división más general de la arquitectura, tenemos que nombrar 3 tipos de arquitectura:
  1. Arquitectura histórica o estilística. Es la arquitectura que ha surgido a través del tiempo en diversos lugares y que tiene sus propias características y estilos arquitectónicos. Como por ejemplo los monumentos tradicionales, las catedrales… Esta arquitectura estilística recibe los nombres teniendo en cuenta el estilo artístico predominante en la época. Es decir, barroca, renacentista, gótica, etc.
  2. Arquitectura popular o tradicional. Son las edificaciones que construyen gente de a pie o artesanos con poca instrucción y conocimientos técnicos,  como las cuadras para el ganado, las casas rurales, sin grandezas y de uso cotidiano. Suelen ser de materiales naturales y fácilmente manejables como la madera, la piedra o el ladrillo.
  3. Arquitectura común o vulgar. Son las construcciones prácticas, es decir, aquellas construcciones cuyo único objetivo es satisfacer de una forma útil una necesidad. No importa el diseño, el estilo artístico o la tradición sino lo práctico que vaya a ser ese edificio.


               La arquitectura según los periodos


Arquitectura romana: ¿Quién no tiene en mente el coliseo romano o (más cercano) el acueducto de Segovia? Pues ambos reúnen grandes características que nos pueden ayudar a identificar este tipo de arquitectura. Grandiosidad, arcos, columnas, gradas… Aunque también, dentro de la arquitectura romana podemos encontrar pequeños puentes con carácter funcional. Eso sí, mantenían el punto estético presente. Los materiales más utilizados fueron el mármol y el ladrillo.



Arquitectura barroca: Si algo está muy ornamentado, tiene bóvedas, líneas curvas, espirales y mucha diversidad de materiales… es Barroco. Sin duda. Este tipo de arquitectura se caracteriza por la excesiva decoración (un poco churrigueresco). Además, abundan gran cantidad de detalles que impiden que, a simple vista, puedas identificar todos los elementos que forman esa construcción. Se mezclan muchas estatuas, columnas y gárgolas y destacan algunas técnicas como por ejemplo la de dorado a la hoja. El ejemplo más representativo y visitado cada año por miles de peregrinos es La catedral de Santiago.


Arquitectura neoclásica: Es una arquitectura muy detallista, estética y bella pero pero mucho menos cargada que la arquitectura barroca. Los techos son altos y con dimensiones espaciosas y su decoración se basa en cuadros, arañas, molduras y espejos. ¿Ejemplos? Existen un montón en Madrid: el Palacio Real, la puerta de Alcalá, el palacio de Congresos, el museo del Prado…
Y para acabar y repasar, aquí os dejamos este vídeo donde podéis encontrar más estilos arquitectónicos y las clasificaciones según la época histórica.

Comentarios

  1. Se puede decir que la arquitectura es un producto humano cuya misión es ordenar y mejorar nuestras relaciones con el entorno.

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